DESPUÉS DE MIRAR A MIROLSAVI TICHÝ
LA FOTOGRAFIA EN LOS DEDOS
Pensar la profesión de la
fotografía como la condena de recordarles a los demás su constante
inexistencia, ser su verdugo. Miroslav representa un personaje excluido, un
habitante de ningún lugar, como lo es un fotógrafo cualquiera. La persona que
dispara la cámara deja de existir detrás de una captura bien lograda, nadie se
pregunta quién es el fotógrafo sino quién es el fotografiado, siempre un voyeur quien mira a través de un lente.
Tras la mirada de la cámara no
resultan las escenas capturadas, son re-presentadas de maneras siempre
diferentes las realidades visibles. Sí la escena fotografiada es distinta
dependiendo de quién hace la toma, la
condición de objetualidad también es una huella única. Miroslav toma sus
fotografías con cámaras hechas por él mismo: amaradas, pegadas y ensambladas con la delicada etiqueta de la técnica
empírica.
Imprimir sobre la materiales un proceso realmente sensible. Elegir el
soporte para el reflejo del tiempo es más que un proceso de laboratorio bien
aprendido, llega un momento en que todo empieza a relatar ese detrás de la
fotografía.
La fotografía es un objeto porque donde se refleja ella acontece. El
termino imprimir significa fijar en el ánimo, superficie y esencia de algo una
huella. La fotografía se imprime en una persona.
Todos los derechos reservados sobre el material publicado en este blog.
Claudia Avila ©