Esto es un relato corto…qué digo...Cuál relato…Esto es un Remedo.
Antes, cuando estaba triste y sabia por qué, antes yo escribía
mejor.
Escribía sin evasivas, era clara y disparaba, me cortaba.
Escribía sin evasivas, era clara y disparaba, me cortaba.
Ahora pongo muchos puntos, muchas comas, mucha "maduración".
Me llené de puntos y comas, me llene de sociedad.
Yo culpo a la vida, a la vejez de 22 años, a los buses, a los
trancones, a los amigos mal pagos y esos amores mal venidos… yo culpo a la
quincena, al sueldo, a la mesada.
Yo culpo a mis padres, hermanos, amigos…mal idos y mal venidos…
Yo culpo a mis padres, hermanos, amigos…mal idos y mal venidos…
Yo los culpo a todos porque si quisiera culparme a mí...tendría
que escribir...Y no puedo...Porque antes escribía cuando estaba triste...y sabía
por qué...pero ahora...estoy triste sin saber la razón.
*
Yo culpo al Divino Niño de la esquina, a la Banca, al parque
donde está la Banca y el Divino Niño.
Yo culpo al radio del celador, a la bufanda y a la chaqueta… yo culpo a la Luna porque dejo de mirarme.
Ya nada viene a mi Banca.
*
Yo culpo al radio del celador, a la bufanda y a la chaqueta… yo culpo a la Luna porque dejo de mirarme.
Ya nada viene a mi Banca.
*
Ya no hay casi humo. Ni rocío, ni mañanas rosas, ni nubes acercándose
a los tejados…
Ya no hay Gonzalo Arango de media noche...
Ya no hay pilas para oír a Gardel.
Ya no hay ron, ni guaro, ni viejas, ni tipos…ya no hay
cigarrillos.
*
Yo culpo al mundo por dejarme sin inspiración y por hacer de
esto una fuente agotada, una fuente melancólica.
*
*
Yo culpo a la vida
porque me hace reír y me quita la prosa.
*
*
Yo culpo.
Yo, culpa.