
Cinco totes y una nube de pólvora. Doce totazos.
En el cielo estrellas de colores químicos, fugaces, brillantes; la gente apareció al fondo abrazándose por grupitos y mi abuelita poniendo bolas puntudas en el cielo.
La sensación tabacosa en la garganta recuerda un nudo enredado entre lo que hice, mal,
y lo que deje hacer... menos mal.
Mis lectores de hoy siguen sin leerme pero me escuchan en el roto oscuro de la desconocida y tan anhelada eternidad. Un roto, como el hambre, de la mañana.
Cada día soy un poquito más porque usted muere un poco más,
usted un gato un viejo y un anciano. ¡Aja, cómo no!
Un brindis por las ánimas, al centro de mi alma y pa´ dentro de mí.
Bailamos un Cumbión con vino de uvas y champan. Mañana a desayunar,
comer cenar y cagar -otro año más- acompañando la dicha, la agonía,
la muerte lenta y dispareja y la alegría de enamorarse cada día.
¡Ajá, si señor!
¡Ajá, si señor!
( Puedo estar muy feliz y por eso distingo la tristeza)
Acompañar con: Tango Cambalache cantado por Julio Sosa.
http://www.youtube.com/watch?v=T0kTiKCC3UI
1 comentario:
Yo la leo... :)
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