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lunes, 1 de diciembre de 2008

ERASE UNA VEZ EL ARTE.

ERASE UNA VEZ EL ARTE.

Es importante abordar un dialogo con los conceptos de las artes y del arte en la época actual, aunque pueda parecer melancólico de tiempos que hoy parecen ancestrales y no precedentes.

Inicio este análisis al recordar que significa coloquialmente el arte, diría cualquier ciudadano, es una forma de expresión, aunque en cierta forma sea una visión escueta, en la que se pretenda el artista plantee en objetos solo sensaciones o sentimientos poco conceptualizados y mas idealizados, era importante, destacar esta percepción de arte como cualidad humana, potencialidad de interpretar el mundo y verle, pensarle de forma sublimada que en uso de un don divino el artista podría hacer de manera superior a los demás profesionales de la comunidad.

Ahora, gracias a levantamientos de las placas tectónicas de la historia del arte, de ese soplo que marcaron los ismos y toda la avalancha de revoluciones y desarrollos conceptuales, teóricos y filosóficos, el arte se ha transformado en una rama de investigación, con fundamentos científicos y de profundización en materiales, problemáticas y razones.

Es cierto que los pensadores del arte aportaron, por llamarlo de algún modo, prestigio intelectual al arte, sin embargo se perdió de vista ese elemento importantísimo de la expresión, del sentir humano, se difumino la conexión entre lo sagrado y lo profano, en un “revuelto” en el que profanar ya no es posible y la elevación ya no es un regalo divino, cuando un objeto cotidiano de consumo, puede convertirse fácilmente en icono de adoración.

El arte entonces se ha profanado, y es que se mantiene el rito, la creación de imágenes, esculturas, interesantes pinturas o ilustraciones, conceptos sobre teorías de color, equilibrios y composición enriquecen los proyectos de creación de imagen, sin embargo, el mito, esa esencia romántica que hacia del arte una ventana a lo especial, espectacular y metafísico, se desmantelo bajo cuartadas perfectas de “evolución” de la practica artística, en donde se perdió el calor humano.

Para ejemplificar estas profanaciones a las que hago referencia tomare la exposición actual en bogota Colombia, 20 DESARREGLOS, curada por Gerardo Mosquera, muestra del Panorama del Arte Brasileño, organizado por el Museo de Arte Moderno de São Paulo en el 2003 cuyo concepto curatorial es el de “antipanorama”, no se interesa en presentar lo mejor del arte brasileño, sino propuestas alternas que salen “ritmo artístico”.

Un primer ejemplo de profanación es la obra FINALLY, (Kan Xuan Finalmente, 2001) un video en donde la artista amasa y regurgita en repetidas ocasiones su alimento, es este acto una perdida total del mito, del acto de consumo en el que los alimentos de absorben el en el cuerpo, cumpliendo su función de nutrir y fortalecer el hombre, al perder el sentido de la acción de profana este acto, que además de ser fuerte e imponente el comer, tiene una esencia explicita y concreta.


Aunque puede verse como un proceso alternativo de preparación del alimento, la profanación se mantiene al realizarse un filme repulsivo en donde el acto de comer se envuelve en un nuevo rito, cundido de displacer, que manteniendo la finalidad del mito y proponiendo un nuevo rito, podría quedarse en la intimidad de su hogar.



Segundo ejemplo, de lo profano a lo sacral, la obra de José Patrício, 280 dominós, en la que un ritual de juego, profano, se configura como objeto de contemplación, sacándolo de su función habitual, social, y cultural a lo sacral de la imagen impermeable.



Impresionante trabajo manual y en apropiación del material, sin embargo, no deja muchas lecturas abiertas formalmente, esta limitado a una impresionante escena de paciencia y dedicación al fichero, sin discurso aparente, en donde el desarreglo parece escurridizo




Es desde la perspectiva de lo sagrado, una elevación de un conjunto de objetos rutinales, al estado de contemplación, engordado por la actitud de los vigilantes del museo por no tocar, entra en un primer análisis la intención de elevar los elementos ordinarios a un estatus especial, del que no provienen, del que solo les puede dotar el arte, y aunque no hayan mensajes o discursos menos elementales, es un importante esfuerzo por demostrar el poder que tiene el hombre sobre su entorno, en donde todo esta creado, pero no todo se ha dicho.

Tercer ejemplo, lo irrepresentable.
Por ejemplo lugar, de Humberto Acosta, destacando la inestabilidad general, artística y social, con manierismos de estas sillas colocadas delicadas y estratégicamente una sobre otra, sobre tizas.
Se les quita en este ready made la posibilidad de cumplir su función y se les brinda una nueva lectura, la sociedad, saciada de actividad y movimiento, desequilibrada en todos los sentidos, morales, religiosos, estéticos, envuelta en frenesí, es re-presentada por sillas en equilibrios débiles, estáticos e inmóviles, intocables e impenetrables.

Esta re- presentación de la sociedad, hace ahínco en la alegoría que trae imágenes contrarias al modelo original que se pretende mostrar, la sociedad en su flexibilidad a una instalación, inflexibilizada.

CLAUDIA AVILA MORALES

2 comentarios:

Epistolista dijo...

Hola

He leído este artículo y me ha resultado muy interesantes tus reflexiones. Sobre arte, o más bien, arte mal llamado "moderno" mi opinión es bastante baja. Y lo es porque parece que muchos artistas han emprendido una carrera para alejarse de la belleza. Supongo que es necesario inovar, buscas nuevos materiales, técnicas, etc... pero algo artístico debe tener un componenete de belleza, o al menos así me lo parece. Y el ejemplo que das de la tipeja que vomita no creo que lo tenga.
Por otro lado, yo no soy un entendido en esto, más bien al contrario, soy poco entendido, pero me gusta la poesía y hay cierot género de poesía moderna que desde luego me revienta. En la búsqueda de la simpleza, de lograr la impresión del lector, esa poesía pierde algo... es como si hicieran epigramas, panfletos, o sentecias e intentaran hacerlas pasar por poesía.
Pero es una opinión y sólo de un profano.
Un cordial saludo
Lupiáñez

Morgenrot dijo...

Enhorabuena por el post, continente de reflexiones profundas y muy inteligentes.

Es curioso pero hace tiempo que no encuentro un artículo relativo al arte escrito con tanto empeño y sapiciencia, así como audacia.

Tienes muchas razones certeras en tus conclusiones, y si me lo permites, acudo a Wittgenstein, cuando refiriéndose al arte, acudía a Spinoza y a su célebre " sub specie aeternitatis ". Y es que el arte, para que así sea, nos tiene que elevar de plano, casi llegando a una especie de grada superior en la que el alma se siente alimentada.
Lo demás, son mamarrachadas y puro marketing.

Saludos con felicitaciones